Con el desarrollo de los teléfonos inteligentes y sus crecientes necesidades de ancho de banda, el despliegue de redes móviles de muy alta velocidad es un gran desafío del siglo XXI. Para brindar a sus clientes una calidad de servicio suficiente, los operadores móviles deben aumentar tanto la densidad como la potencia de su red mediante el uso de tecnologías FTTA (Fiber To The Antenna).
Para conectar la antena, los cables coaxiales utilizados originalmente ahora se reemplazan por soluciones de fibra óptica, que garantizan una mayor velocidad. A través de su gama de productos dedicados al despliegue de FTTA, FOLAN lo apoya en el despliegue de su red de radio.
4G es la cuarta generación de tecnologías móviles y se basa en el estándar LTE (Long Term Evolution) (evolución a largo plazo). Gracias a una nueva interfaz de radio basada en tecnología IP, mejora el transporte de datos y ofrece accesos de muy alta velocidad de hasta 150 Mbit/s, es decir, una velocidad 5 veces superior a la de 3G.
Implementada en 2011, la tecnología 4G representa más de 100.000 antenas en Francia, que cubren más del 90% de la población y el 80% del territorio.
Aunque el despliegue de 4G todavía está en progreso, la industria de las telecomunicaciones ya está preparando las tecnologías del mañana con 5G. Los estándares aún no están definidos y actualmente se están estudiando varias tecnologías de acceso radio y arquitecturas de red, pero todo el desafío del 5G estará en la capacidad de los fabricantes de reestructurar las formas de pensar nuestras redes para adaptarse al mundo ultraconectado de mañana.
A diferencia del 4G, que consistió en un aumento de las velocidades respecto a las tecnologías anteriores, el 5G se presenta como una generación rompedora. El desafío central: permitir la coexistencia de múltiples aplicaciones y hacer retroceder los límites de nuestros usos.
Con la promesa de una mayor cobertura, mayores velocidades y un consumo energético optimizado, la tecnología 5G se dirige a muy diversos sectores del tejido económico: energía, salud, medios de comunicación, industria o transporte.
Si bien ofrecerá a la industria energética la posibilidad de una gestión más eficiente y receptiva de sus redes, las aplicaciones en los sectores de la salud, el transporte y los medios permitirán mejoras directamente visibles en la vida diaria. Robots quirúrgicos, objetos conectados, mejora de procesos industriales, cada uno de los usos requerirá funcionalidades específicas. El reto del 5G estará, por tanto, en su capacidad de adaptarse a esta diversidad de usos: no habrá una, sino varias tecnologías 5G.